domingo, 17 de julio de 2011

¿Estéril? ...Capítulo V

Título: ¿Estéril?

Categoría: M

Disclaimer: Los personajes son de la ingeniosa Stephenie Meyer, y algunos de mis invenciones. Yo solo juego con ellos en mi maniática mente.

Summary: Isabella tenía miedo de que su matrimonio se acabará, especialmente desde que se había dado cuenta que no podía darle un hijo.

Capítulo V

Descubrimientos

“La verdad fue un descubrimiento. El engaño un invento”
Joel Fuguet Margeli

— ¿Sientes algún malestar? —le pregunto el doctor Seth.
—Aún me encuentro un poco desorientada y tengo mucha sed—respondió Isabella cerrando los ojos.
—Es normal, pero lamento decirte que no puedes ingerir ninguna clase de alimento hasta mañana.
— ¡Oh no! Será un martirio—musito Bella con la boca seca.

 Con impotencia Bella reconoció enojada que el traicionero de su organismo jamás le había pedido tanto alimento como en ese momento.

—El tumor lo enviamos a patología, creo que no debes preocuparte porque estoy seguro que es benigno. —explico el doctor con una sonrisa. —Pero los dolores que te causa la endometriosis seguirán, no tan fuertes como antes eso sí.
—Y…—vacilo Isabella—Y la posibilidad de ser madre.
—Por ahora tu organismo funciona perfectamente no veo por qué no puedas, gracias a Dios todo salió muy bien. —sonrió el doctor con confianza. —De todas formas luego de tres meses sin nada de relaciones sexuales pueden empezar a intentarlo.

Isabella frunció el ceño. Tres meses sin sentirse uno solo junto a Edward sería muy difícil para ambos.

—Aquí están las recetas de los medicamentos que debes tomar para los dolores y a qué horas. —coloco lo papeles en la mesa de noche.
 —Tengo que seguir alguna dieta o algo así—inquirió Bella arrugando la nariz.
—Mañana comerás alimentos blandos y así poco a poco te reintegraras a lo que comes normalmente.
—No sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí Seth—susurro Isabella con voz temblorosa.
—Este es mi trabajo Bella, y fue un placer poder ayudarte.
—Gracias de igual manera.
—Mañana pasare a revisarte la herida y si todo marcha bien,  te daré salida el miércoles —dijo el hombre con sonrisa de niño palmeando su mano.
—Eso sí que es una buena noticia—murmuro Bella sonriendo.
—Ya sé que odias los hospitales Bella—rió Seth.

Sin nada que hacer cuando el doctor se hubo ido. Cerró los ojos para tratar olvidarse de la fatiga y sorprendentemente se durmió.

Todo marcho como lo esperado y el miércoles a las nueve de la mañana le dieron de alta.

 Edward la mimo y durmió con ella los días que estuvo ingresada. Era tan perfecto.

Por ello un montón de dudas se disiparon de la mente de Bella, al ver tanto amor y entrega por parte de su marido.

La mañana del sábado su esposo se había trasladado a la sede de sus oficinas para resolver un 
problema de personal.

Cuidadosa Bella se levantó de la cama y camino hasta la puerta de la recamara sin que no le doliera la herida ni un poco. Giro el pomo y se adentró en el largo pasillo y fue allí cuando escucho la risilla de un niño.

Siguió caminado pensando que era producto de su imaginación, pero escuchó nuevamente la risilla infantil ahora con más intensidad.

Con mucho esfuerzo, porque le estaba empezando a  arder un poco la herida, llego a la recámara de donde provenía la risita.

Cuando empujo la puerta; la escena que vio le dejo anonada. Una niñera por su uniforme le leía un cuento a un niño de aproximadamente seis años.

Poso la mirada en el niño y trastabillo producto de la impresión agarrándose al pomo de la puerta para no caerse.

El pequeño le sonrió, aquella sonrisa era la misma que tenía el placer de admirar casi todas las mañanas cuando su marido dormía en casa.

No podía ser cierto… ¡Estás alucinando Bella! —exclamo en silencio.

El niño movió su manita delante de sus ojos para llamar su atención.

—Tú eres mami—canturreo entrelazando sus bracitos  alrededor de la cintura de Bella, apretándola con fuerza.

Isabella gimió de dolor y con cuidado acaricio la mata de cabellos rubios que muy pronto seria cobriza.

Una ola de ternura la inundo, aquel niño de ojos esmeraldas era tan perfecto.

Su estado de shock duro largos minutos, mientras el niño no dejaba de abrazarla.

¿Cuándo había sucedido eso? ¿Por qué no le había contado nada?

Se sentía tan impotente y traicionada, que tenía ganas de vomitar. Controlando su agitada respiración y con ayuda de la niñera se sentó en la cama del pequeño quien la seguía como si temiera perderla. En silencio la niñera salió.

—Papá dijo que estabas enferma y no podía ir a verte todavía—susurro el pequeño disgustado.

Aquel niño estaba hambriento de amor descubrió con el corazón encogido.

—Es cierto pero ya estoy aquí…
—Danilo—dijo su marido.

Sorprendida Isabella dio un respingo. No se atrevía a mirarlo a los ojos, no quería que viera el dolor que le causaba todo esto.

—Le pedí a Dios que te ayudara a sanar  para poder conocerte…—su labio inferior tembló. —No quería perderte.
—No me has perdido Danilo—Bella acaricio sus mejillas con los ojos inundados de lágrimas, con ternura planto un beso en su frente. —Ahora debes dormir la siesta y más tarde hablamos. ¿Te parece?

Danilo asintió con la cabeza sonriente.

Se impulsó con la mano que tenía apoyada en el colchón para levantarse y sintió la mano de su marido en su espalda.

—No—susurro negando con la cabeza.  Aún no estaba preparada para que la tocara, no después de aquel descubrimiento. —Te espero en nuestra habitación. —dijo ahogando un sollozo.

Quería explicaciones, necesitaba saberlo todo. Era obvio que Danilo había sido concebido antes de conocerse, pero porque hasta ahora ella se enteraba de su existencia.

—Los servicios sociales me enviaron una carta el lunes, no le preste mucha atención pero debido a su insistencia me presente en el orfanato—una largo suspiro escapo de sus labios. —Nada más verlo supe que era mi hijo.

—Es increíble su parecido, será igual a ti cuando crezca. —dijo Bella con una media sonrisa. — ¿Por qué no me lo dijiste? —inquirió de pronto disgustada, sorprendida por sus cambios de humor.

Todo era tan confuso. Ni siquiera estaba segura de lo que sentía.

—Acababas de pasar por una operación Isabella, estabas débil y cansada no quería añadir una preocupación más—explico su marido entrelazando sus dedos con los de ella. —No tenía idea de cómo lo tomarías.

—Estoy tan confundida…—admitió sacudiendo la cabeza. —Danilo no tiene la culpa de nada y es un niño encantador—apretó las manos de su esposo. — ¿Qué le paso a su madre?

—Murió —le respondió su marido—Mi hijo ha sido llevado a cuatro orfanatos y hasta ahora pudieron encontrar los papeles de nacimiento. —bufo exaltado. —Ella fue tan egoísta que nunca me dijo nada de su existencia y sabia como localizarme.

Fue un alivio poder escuchar parte de la verdad; pensó Isabella abrazando a su esposo quien se encontraba preso de la frustración.

—Quiso castigarme escondiéndome su existencia y lo logro, causándole daño a Danilo—su voz sonó estrangulada.
— ¿Quién era ella? —pregunto Bella acariciando la espalda de Edward.

<<No fue nadie importante>>, se recordó a sí misma. << Sólo te ha amado a ti. Te lo ha dicho un millón de veces>>, se repitió varias veces esperando la respuesta de su marido.

Lu393.

Chicas las invito a que se pasen a leer Estrella Fugaz una historia diferente al mundo de Crepúsculo. Es la primera historia que escribo con personajes sacados de mi imaginación y me gustaría que me dieran su opinión.

Besos y se les quiere de gratis.

Luissy G.

5 comentarios:

  1. oooowwwww d vdd m ncanto :) AMOO A LOS NI;OS y mientras mas chikos mejor :D

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  2. me encanto actualiza pronto!

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  3. me encanto el cap

    nany87

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  4. En serio me lei esta hermosa fic y me gusto espero seguir leyendo mas, y es la oportunidad de ser mama para Bella con el hijo de Edward y me gusta la actitud de Edward en esta situacion espero seguir leyendo mas xD

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  5. Este capitulo me faltaba por leer la ultima vez que actulizaste esta historia no lo podia leer pero ahora si, me gusto mucho el cap, voy por el nuevo ;)

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