sábado, 2 de julio de 2011

Asaltando el Corazón- Capítulo 3. Corregido


Título: Asaltando el Corazón.

Disclaimer: Los personajes son de la ingeniosa Stephenie Meyer, y algunos de mis invenciones. Yo solo juego con ellos en mi maniática mente.

Summary: Bella nunca imagino que su vida cambiaría un día de compras en el supermercado. Edward quien creía tener el corazón de hierro debido a lo que se dedicaba, jamás imagino que unos ojos chocolates le enseñarían la otra cara de la vida...

Capítulo 3

Celos y Enfrentamientos.

Después de la gran tarde de compras. Alice me llevo a la casa.

A fuera estaba aparcado el volvo de Edward.

Nada más entrar al recibidor, tire las bolsas y me dirigí a su despacho echando humo literariamente.

Ni siquiera toque, abrí la puerta de un tirón.

-¿Quién diablos es Tanya? - pregunté gritando.

Ni Alice y mucho menos Rosalie hicieron ningún comentario sobre ella, en lo que resto de la tarde.

Al escuchar mis gritos, se levantó de su silla y caminó hacia mí con el ceño fruncido.

Trata de calmarte Bella. Advirtió mi conciencia.

Los celos me estaban cegando y cuando se acercó me aleje casi por instinto. Si me tocaba estaría perdida como había descubierto hace tan solo unas horas.

-¿Qué pasa Bella?- espeto preocupado.- ¿Por qué estás tan alterada pequeña?

¿Por qué?

Porqué acabo de conocer a tu amante estúpido y a lado de ella me siento poquita cosa.

-Y me lo tienes que preguntar -dije lo contrario a mis pensamientos.- Te acabo de formular una pregunta Edward Cullen respóndeme-espeté furiosa.

Todo mi cuerpo esperaba su respuesta en tensión, estaba a punto de echarme a llorar.

-Fue una de mis aventuras Bella-.admitió mientras se acercaba a mí.

Retrocedí varios pasos al verlo acercase, tanto que me tropecé con un mueble.

-Ay!-exclamé enojada.

-Cálmate pequeña, puedes hacerte daño- susurro tratando de acercarse.-Eso sucedió hace mucho tiempo.

-¡Qué me calme!- exclamé riendo histérica.- Ahora tengo que soportar que tus ex me digan que soy tu zorra de turno.

-¡Oh si cálmate Bella!-murmure sarcástica ahogando un sollozo.

Lo odiaba por causarme tanto dolor, odiaba ser tan débil y permitir que las emociones me dominaran. Odiaba sentir ese lazo tan fuerte con él, odiaba sentirlo tan mío. Sinceramente; estaba loca.

En unos segundos me encontraba entre sus fuertes brazos apretándome sobre su cuerpo y besándolo con furia. Golpeé su pecho para alejarlo y descargar mi rabia, pero fue en vano.

Con sus besos me hacía saber, lo obvio; que era suya. Nos separamos por aire y él empezó a besar mi cuello con ternura, mientras yo acariciaba su cabello perdida en su calor.

-Te quiero Bella. -declaro con voz entrecortada.- Te quiero y eso es lo único que debe importar.-susurró contra mi piel. -Yo no tengo nada con ella. Sólo te quiero a ti amor, sólo te he querido a ti aunque esto ha sucedido tan rápido que resulte una locura.

-También te quiero.-admití embargada por la emoción del momento.- Perdón por gritarte así.

-No hay nada que perdonar. Sus labios se encontraron con los míos.

En la noche cenamos y vimos algunas películas de comedia. Me encontraba tan exhausta que sin querer me quede dormida entre sus brazos, antes del final de la segunda película.

Al despertar Edward se encontraba a mi lado. Lo besé con cuidado para no interrumpir sus sueños y salí de la cama en silencio.

Fui hasta la cocina y prepare ensalada de frutas con leche condensada, emparedados, huevos revueltos y un poco de café.

Subí con el desayuno en manos. Al entrar en la habitación todavía seguía dormido, coloque la bandeja en la mesa de noche; y empecé a besar su pecho, se removió un poco y abrió los ojos: las esmeraldas más hermosas del mundo.

-Buenos días amor-susurro con voz ronca aún soñoliento. Jaló mi mano y me colocó arriba de él -¿Por qué no despertasteis a mi lado?- reprocho entre enojado y juguetón.

-Te quería sorprender.-Señale el desayuno.

Su sonrisa ilumino más el día si eso era posible.

-Eres maravillosa.

Sentí el rubor que cubría mi rostro.

Desayunamos en la cama, entre besos y bromas sobre todo lo que Alice compró. Edward y yo llegamos a la conclusión de que; sólo Alice podría mantener a todas las tiendas del Centro Comercial.

Su celular sonó y él refunfuñando respondió.

-Buen día papá.- dijo en tono serio.- Claro, estaré allí en una hora y te presentaré a alguien especial.

Me ruborice al escucharlo.

-Nos vemos.- concluyó la llamada.

-¿A dónde iremos?-inquirí ansiosa levantándome de la cama.

-Tengo que aclarar unos asuntos con mi padre, te llevare a las oficinas.-mientras decía esto besaba con cariño mis hombros.- Te espero en treinta minutos en la sala amor.- salió de la recámara.

Iba a conocer a su padre. Y también iba a conocer sus negocios, eso ya era un gran paso.

No pensé mucho en ello y me dispuse a arreglarme: opte por un pantalón negro, una camiseta blanca con rayas negras y un chaleco negro.

Tuve que utilizar tacones, aunque estos me hicieran más torpe de lo habitual. No me maquille; sólo utilice labial, tomé un bolso a juego que había adquirido la tarde anterior y salí para encontrarme con el hombre de mi vida que me esperaba con una gran sonrisa en la sala.

-Estas hermosa.-elogio con una sonrisa.

-Gracias.

-Vamos. -Indico tomando mi mano.

Salimos directo a las oficinas como me lo explico en el camino. Durante el trayecto nos mantuvimos en silencio, no era un silencio incómodo; para nada, al contrario no hacían falta palabras para expresar lo feliz que estábamos por tenernos el uno al otro.

De repente Edward detuvo el auto y salió de él sin decirme nada.

Preocupada también baje del auto tras él y fui así que me percate de las tres camionetas que estaban estacionadas tras nosotros.

Un hombre alto musculoso de pelo negro, bajó de una de ellas y le sonrío de una manera arrogante a Edward.

-Vaya Cullen al fin nos volvemos a encontrar.- dijo riendo.

-¿Qué quieres perro? -gritó Edward muy alterado.

Me coloque a su lado entrelazando nuestros dedos para tratar de calmarlo, pero fue inútil.

El hombre de cabello negro poso sus ojos en mi cuerpo, su mirada me produjo tantos asco que me aferre a la mano de Edward.

-Que hermosura te conseguisteis Cullen.- murmuro mirándome con ojos lujuriosos. -¿Qué tal si la compartimos?

-Jamás maldito bastardo-declaro Edward furioso.

Soltó mi mano y avanzo hacia él.

-No vuelvas a dirigirte hacia ella en ese tono o no vivirás para contarlo.-amenazó.

-Sí como no- dijo burlón el hombre y en un movimiento tan rápido que me dejo impresionada sacó su pistola.

Edward en un tiempo record también hizo lo mismo.

-Puedo hacer mía a tu mujercilla cuando quiera.-su carcajada estaba cargada de burla.

-Te lo advertí Félix.-pronuncio Edward apuntando su arma hacia el tal Félix.

El hombre hizo lo mismo y varios hombres armados bajaron de las camionetas.

Estaba aterrada, quería ayudar al ver que nos encontrábamos en desventaja, pero no tenía idea de cómo hacerlo.

Como un mensaje divino se me ocurrió llamar a Alice.

-Alice.- susurre desesperada al oír su voz del otro lado de la línea.

-¿Qué ocurre Bella?-pregunto consternada al oírme.

-Un hombre está peleando con tu hermano.-pronuncie con la respiración entrecortada.- Llama a Jasper rápido.-implore presa de pánico.

-¿Dónde estás Bella? -era la voz de Emmet.

-No lo sé. -respondí mirando desesperada como seguían discutiendo y tratando de que no notaran lo que hacía. -Sólo sé que íbamos camino a las oficinas de su padre.

-Sabes con quién es la pelea Bella.-inquirió.

-F...Félix, vengan rápido Emmet por favor. . .

-Maldito bastardo. -exclamó un rabioso Emmet. -Tranquila Bella ya vamos en camino.

Edward seguía discutiendo y los hombres de tal Félix apuntaban hacia nosotros.

Observe cuando uno de ellos iba a deslizarse cuidadosamente para golpear a Edward, pero en un impulso actúe más rápido que él y tomé el tacón de mis zapatos y le pegué u con todas mis fuerzas en la cabeza unos segundos antes que llegará a donde se encontraba mi amado; el golpe fue tan fuerte que el hombre cayó al piso jadeando de dolor.

-Muy bien Bella.- me felicitó Edward.

Sonreí aliviada, pero de pronto se escuchó un disparó y Edward cayó al suelo a mis pies.

-No.....-un gritó histérico salió de mi boca al ver la sangre correr.

Lu393

2 comentarios:

  1. Por fin pude encontrarte espero que sigas subiendo mas caps y actualices tus fic te cuidas abrazos desde Guatemala

    ResponderEliminar
  2. hola queria saber si hay mas capitulos de asaltando el corazon?

    ResponderEliminar