¿Estéril? Capítulo VI

Título: ¿Estéril?

Categoría: M

Disclaimers: Los personajes son de la ingeniosa Stephenie Meyer, y algunos de mis invenciones. Yo solo juego con ellos en mi maniática mente.

Summary: Isabella tenía miedo de que su matrimonio se acabará, especialmente desde que se había dado cuenta que no podía darle un hijo.

Capítulo VI

Visita inesperada

“El que no tiene celos no está enamorado”

San Agustín

— ¿Quién era ella? —pregunto Bella acariciando la espalda de Edward. 

<<No fue nadie importante>>, se recordó a sí misma. << Sólo te ha amado a ti. Te lo ha dicho un millón de veces>>, se repitió varias veces esperando la respuesta de su marido. 

—Se llamaba Jane Vulturi y tuvimos una aventura hace seis años. —contesto él. —Empezaron los problemas cuando  tomo una actitud muy posesiva respecto a mí. Me llamaba a todas horas y se aparecía en mi oficina organizando escenas de celos que no tenían fundamento, por eso hable con ella y le sugerí que cada uno tomara su camino.  

Tras un largo silencio siguió hablando. 

—Todo estuvo tranquilo por unas dos semanas, hasta que una tarde llego a la oficina y me grito que algún día me arrepentiría de todo lo que le había hecho y le suplicaría perdón. Ya tengo claro porque lo dijo, su venganza era ocultarme la existencia de Danilo.  

—Quizá algún día se daba cuenta que no era correcto lo que hacia y te buscaba para contarte la verdad.

—No Bella, ella era una persona con un desequilibrio mental muy elevado y no creo que lo hubiera hecho. 

Bella le sujeto la cabeza y beso su frente acariciando suavemente su cabello. Edward la miro un instante, como si temiera que algo cambiara entre los dos, pero la sonrisa que le ofreció ella disipo todas sus dudas. 

—Creo que cuando Danilo sea lo suficientemente maduro para comprenderlo le hablaremos de ella, no antes. —Bella consiguió esbozar una sonrisa al pensar en el pequeño.

Él asintió. 

Bella se sentía bastante positiva al cumplir dos meses de haberse operado, los dolores de su periodo habían disminuido en una gran cantidad y la herida cada día se le hacia más llevadera.
Danilo se había convertido en uno de los soles que iluminaba su vida. La familia de Edward se tomo con gran sorpresa la noticia del nuevo miembro de la familia, sobre todo su suegra quien luego de la impresión inicial visitaba todas las semanas a Bella para ayudarla un poco con el pequeño. 

Esa era una de las tardes que le encantaban a Bella; cuando Edward no tenía que ir a la oficina y se dedicaba por completo a su familia.

Observo a Edward nadando despacio hasta la orilla de la piscina, seguido por Danilo envuelto en un salvavidas.

Bella aún no se fiaba de la habilidad del pequeño para nadar y por ello había adoptado esa medida.

Cuando por fin llegaron ambos se sacudieron salpicando a Isabella. Danilo rió a carcajadas por su hazaña y abrazo a su mami  como la llama besando sus mejillas como sabía le encantaba a Bella.

— ¿Por qué no nadas con nosotros mami?

Bella suspiro y acaricio su cabello.

—Si me meto a la piscina podría enfermarme otra vez. –explico Bella con paciencia sonriendo a su marido.

–No quiero que enfermes de nuevo. –chillo el pequeño pegándose a Bella.

Bella deseo con todas sus fuerzas poder borrar las dudas del corazón de Danilo. <<Poco a poco>> se dijo. Aquel pequeñín se había ganado su corazón y estaba incondicionalmente enamorada de él.

    Todas las mañanas desde que se había dado por enterada de su existencia le agradecía a Dios por proporcionarle ese regalo tan preciado.

–Disculpen. –dijo la niñera de Danilo interrumpiendo los pensamientos de Bella.

— ¿Qué ocurre Imogen? –pregunto su marido saliendo del agua y secando su esculpido cuerpo.

–Buscan a la Señora. –respondió la niñera.

— ¿Quién la busca?

–Un señor que se presento como Jacob Black.

— ¡Oh Jacob! –exclamo Bella con una sonrisa.

— ¿Quién es Jacob, Bella? –replicó Edward frunciendo el ceño.

—Un amigo del orfanato. —respondió apresuradamente secándose los pies. —Imogen  dile que lo recibiré en la sala de estar.

La niñera asintió retirándose.

—Nunca has mencionado a ningún Jacob.

—Como tú nunca mencionaste a ninguna Jane. —las palabras salieron de la boca de Bella sin aviso.

Se hizo un interminable silencio que fue interrumpido por Danilo que al parecer percibió el ambiente tenso.

—No quiero que pelen —dijo el niño, y se chupo el dedo nervioso.

—Danilo no estamos peleando— susurro Bella con voz suave. El pequeño se aferro a sus piernas. —Voy a atender la visita y luego vemos una película con papá ¿te parece?

—Si mami—dijo el niño soltando las piernas de Bella y colocándose a lado de su padre quien revolvió el rubio cabello del pequeño.

***

—Aún no puedo creer que estés aquí Jake.

—Yo tampoco Bells, yo tampoco— dijo el moreno de pelo azabache que apretaba con sus fuertes brazos el cuerpo de Isabella. —Te he extrañado mucho.

—Yo también, pero cuéntame ¿Qué has hecho? ¿Pudiste estudiar ingeniería automotriz como soñabas?

—Si pude estudiar aunque me costo mucho. — El moreno acepto la limonada que le tendía Claire el ama de llaves. —Cuando me escape del orfanato todo fue muy difícil, conseguí trabajo lavando autos y poco a  poco ahorre, y ahora gracias a mis estudios me doy la gran vida.

 —No sabes cuanto me alegro. —dijo Bella, mientras le  agarraba la mano con una sonrisa.

—Por lo que veo yo no soy el único que ha tenido suerte. —comento Jacob Black mirando la bonita sala donde se hallaban sentados.

—Me case hace tres años con el hombre más maravilloso sobre la tierra. ¡Y desde entonces soy tan feliz!

—Te lo mereces Bells, tú más que nadie mereces todas las cosas que posees y me alegro que sea así.

Bella se sonrojo como cada vez que alguna persona dirigía algún cumplido hacia ella.

—    ¿Cómo conseguiste mi dirección? —pregunto ella frunciendo el ceño.

—    Tengo mis contactos. Rió el moreno.

—    Eres de temer Jacob Black.

Un carraspeo llamo la atención de Bella. Con elegancia se levanto del sofá y se acerco a su marido e hijo que se encontraban en la entrada de la sala de estar. 

 —Jake te presento a mi esposo Edward Cullen y a nuestro hijo Danilo. —dijo Bella sonriendo.

—Un placer señor Cullen. —dijo Jacob estrechando la mano de Edward y sonriendo al niño.

—Lo mismo digo. —dijo Edward en un  tono seco.

La pausa que siguió a las presentaciones fue tan incomoda que Bella se exaspero por la actitud tan descortés de su marido.

—Bueno yo me retiro Bells, otro día charlamos con más calma. —el moreno abrazo a Bella —Aquí esta mi tarjeta llámame cuando saques un tiempo.

—Lo haré, Jake.

Danilo corrió a sentarse en uno de los sillones, empezando a colorear el libro que traía en las manitas.

—No tenías porque ser tan maleducado con Jacob. —dijo Bella lanzándole una mirada acusadora a su esposo.

—    ¡Aaah…! el sentimental como es que lo llamabas “Jake” me vale lo que halla pensado de mí. —expreso Edward.

—    Por Dios Edward tu actitud es absurda. —repuso Isabella sacudiendo la cabeza.

—Ahora soy absurdo. —dijo él haciendo una mueca. —Pude ver como te miraba, ese hombre te desea Bella y no quiero que vuelvas a verlo. —termino gritando furioso.

Bella tomo a Danilo de la mano y la niñera apareció como si la hubieran llamado llevándose al niño en un segundo.

—Tú no me prohíbes nada Edward. —sentencio Bella furiosa. —Lo veré cuantas veces quiera.

Edward le sujeto la mano y la estrecho entre sus brazos besándola fuerte con una pasión tan devastadora que debilito las piernas de Isabella. —Tú eres mía bella, sólo mía y no volverás a verlo.

—Eso lo veremos. —contradijo Bella dejando un camino de besos por todo el cuello de su marido.

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